La Braquioplastia y Cruroplastia son dos técnicas similares que se realizan en los brazos y los muslos respectivamente y que consisten en la resección del exceso de piel y grasa localizada en esas zonas. Con ello buscamos contrarrestar un exceso de flacidez que puede ser causado, como detallaremos más adelante, por diversos motivos como la herencia genética, el paso de los años o una pérdida muy exagerada de peso por parte del paciente.
¿Por qué se genera la flacidez en brazos y muslos?
Hay diversos motivos que pueden generar que la piel de nuestros brazos y muslos deje de estar tersa y por tanto queramos solucionar este exceso de flacidez, ya sea por incomodidad con nuestra imagen corporal o por algún problema funcional como pueden ser las molestias que nos causan el roce de los muslos en nuestro día a día. Las causas más comunes por lo que esto se genera suelen ser:
- La edad: No a todo el mundo le afecta en el mismo grado pero con el paso de los años nuestra piel va perdiendo firmeza y los brazos y muslos son una de las primeras zonas en las que lo notamos.
- La disposición genética: Por su herencia genética muchas personas desarrollan esta flacidez mucho antes y en mayor medida que el resto.
- Pérdida muy pronunciada de peso: Otro de los motivos más comunes, ya sea por la realización de dieta y ejercicio o por algún tipo de intervención gástrica, como la implantación de un balón por ejemplo, la pérdida de volumen ha generado un vacío mayor que el que nuestra piel podía reabsorber y generando por tanto que la piel que antes estaba tersa ahora esté completamente flácida.
¿Qué conseguimos con la Braquioplastia y Cruroplastia?
El objetivo de estas técnicas es muy simple, devolver a nuestros brazos y muslos el contorno y la firmeza que por diversos motivos han podido perder y que nos generan problemas estéticos y funcionales.
Dr. Diego Navea Pérez | Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva en Málaga, Almería y Granada.